lunes, 27 de abril de 2009


de vez en cuando hablo con ella

Alejandra Solórzano

Segismunda

Dentro de una jaula una mujer
en cuclillas se mece.

De vez en cuando
escoge una mueca
y la exhibe en su boca.

La jaula que la aguarda
no es un obstáculo,
sólo un socrático espejismo
de lo que en sueños se ríe.

***

Salió.
Su cabello temblaba. Locomoción de combate.
¿La razón…?
Se adelanta a la espera del silencio.
A observar sobre el borde un deseo genital sepultado.

—Ya vine… hoy gané un duelo.
(Camina al centro de su cuarto. Se regala a sí misma una reverencia. Trae aún la flor que llevaba entre las manos)
—Dije que hoy gané un duelo.
(Se aplaude. Revienta la flor entre la euforia y algo que no entiende)
—La verdad, como traspasar la puerta con una flor sin destinatario.

***

Es ficción que todo alguna vez cesa, pero alguien me olvida.

Sonido a papel roto.

—Ya nos tenemos que ir…
di algo, maldita ave muda
¡¿viento o caballito de carreras?!
—Un ancla, por favor…

(La Virgen de la Soledad
alza su banderita a cuadros)

***

(Ella, sentada en un parque de azulejos. La luna observa, después de largas horas, bosteza. Hace mutis por la derecha)

—Emprendió la retirada…
y dicen que no se vale llorara ni escribir en muros ajenos.

***

Se lanzó a cielo abierto.

Bailo con él… esquivo su boca.
Rieron, ella además con ternura.
Él calló.

Ella y sus taconcitos mostaza:
—El dolor… sin sol, sin algodón de azúcar
(qué tiene de asombroso
inconmovible lo mira) ¿Llorará?
Esgrime un leño, lo obliga a partir.

Reina del Parque y sus revelaciones.
Por cierto –repara–, ya no vienen los niños a nadar en la fuente.

***

Ninguna voz más sensual,
Más obscena que la trompeta de Armstrong.

La trompeta: —blue, blue, blue…

Sí, como las burbujas de mis sueños.

Lady pequeñita, canta:
—Through you found someone new I’ll always love you…

(Sobre ella caen pétalos, en cámara lenta y luz de cabaret. Los All-Star amarillos no combinan. En realidad nada, como siempre. Glamour… Sopla burbujas con arito, jabón y boquita en color rojo)
—¿A quién le canta?

–Telón–

***

K, no me gusta la incertidumbre,
los vagones no me alejan.
Luego no saber hacia dónde vuelan,
me refiero a la piel, a los pedazos.

K, la pregunta es ridícula,
¿verdad que no soy como una margarita?

Me miras y no respondes,
igual abordamos.

El viento es un carnicero
¿Sabes cuánto tiempo ha pasado?

Eres una llamita negra,
el viento te ha hecho arder.
Mira, mi pelo también es uh incendio.

Sigue llameando.

Te conozco K,
eres el mismo desde hace 25 años,
no te preocupes, aún conservo los ojos.
Cuando esto termine… nos deslizaremos y ya.

De cualquier manera,
la quietud no es menos violenta.

***

Descubrir que la vida también era un globo
que desaparece entre las nubes.
Julio Serrano

El tiempo es ágil, ella también.
La hice explotar mientras nos cantaba.

Pequeño numen rojo disuelto entre las
sábanas.
Árbol expulsado.

Sentimiento de espanto.
Sentimiento de espanto.
Sentimiento de espanto.

Sin saber decir adiós a un amor proscrito.

***

Llorar sin pudor al despertar,
mientras me hago el desayuno
y en el baño de un restaurante
de comida rápida.
En la camioneta
y antes del ensayo.
Comiendo algodón de azúcar
y frente al espejo.
Bajo la regadera
y antes de dormir.
Tratando de leer
y escuchando a Bersuit.
Después de las viditas
y al cerrar la puerta.
Y al abrirla…

(sin piedad extinguir el día)

***

Sin recato,
sin modestia
ni decoro.
Sin decencia,
sin respeto
ni prudencia.
Sin cordura,
sin discreción
ni mesura.

Llorar sin pudor.
Llorar sin pudor.
Llorar sin pudor.
Llorar sin pudor.

Llorar sin pudor.
Llorar sin pudor.

Llorar sin pudor.
Llorar sin pudor.
Llorar sin pudor.
Llorar sin pudor.

Sin contarlas

Llorar sin pudor.
Llorar sin pudor.

Pues Alicia navegó sobre sus lágrimas.

***

Levantarme,
exhalar plumas,
buscarme en el reflejo de la cucharas
y alargarme en los botones del ascensor.
Inventar nombres para lo muerto
y volverme invisible si tocan la puerta.
Preparar café con cardamomo
y jugar con las sombras de mis brazos.
Consolar al viento que me discute en la ventana
y después diluirme en el silencio.
Dibujarme en la pared para dejar una constancia
y por la noche ejecutarme,
hundirme en la cama.

En tanto, mi otra se posa en la orilla
y me prepara el mástil y las velas.

Despide con sutiliza a cada una de mis sombras.

***

En la Plaza del centro,
hay una estatua de sal.
El viento
–nada más que el viento– le hace justicia.

¿Acaso alguien más sabe de amor?

***

¿Recuerdas aquella caricatura del fantasma que fuma un habano, sopla rosquillas de humo y las remoja en su café…?

No importa.
Es de noche, ya dormiré.

(En vigilia)

Pero, si tan solo fuera posible soplar corazones…

***

En todo caso refiérase a Quevedo.

Oprobio, pues perdí la cuenta:

POLVOS SERÁN, MAS… –¿Cuántos
ENAMORADOS?

***

A foxy lady pretty face

Sueña burbujas azules y, a million
days with you.
Ella y J. Hendrix, donde quiera que esté,
saben
que los sueños, sueños son.

***

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